Ella también ayuda a recoger
Como robot de servicio en el restaurante, Ella no sólo trae bebidas y tarta flambeada, sino que también ayuda a recoger. Cuando se le ordena, sigue a una camarera (o más exactamente, a su smartphone) y puede cargarse con vajilla, cubiertos y vasos vacíos. Ella puede transportar hasta 40 kilos en 4 bandejas de vuelta a la cocina a una velocidad de 0,5 metros por segundo. Pero la seguridad es lo primero: "Ella también puede viajar más rápido, pero si tiene que dar un volantazo inesperado, los vasos altos pueden volcar" Después de cada viaje, el robot de servicio vuelve a su posición de espera en el mostrador. Cada dos días tiene que pasar la noche en la toma de corriente, que es lo que dura la batería. Christian Pudlo está convencido de que los robots pronto serán la norma en el sector de la restauración. "Veo un enorme potencial para los robots de servicio como Ella, sobre todo en los grandes hoteles, cuando traen una toalla fresca de la sauna o un tentempié del bistró a petición", pero el restaurador no esperaba una función de Ella: "Hemos encontrado una nueva empleada. Leyó sobre Ella en el periódico y luego solicitó trabajo con nosotros".
Robots en el sector de la restauración
Los robots de hostelería, como Ella, existen desde hace años. Robots de servicio recorren restaurantes de todo el mundo y ayudan a sus colegas humanos. O, en casos extremos, los sustituyen por completo, como ocurre en el restaurante chino Tianjiang Food Kingdom. Desde 2020, 40 robots cocinan aquí para un máximo de 600 comensales.
No hay cifras fiables sobre cuántos robots se utilizan actualmente en el sector HoReCa en todo el mundo, ni siquiera solo en Alemania. Pero, al menos por ahora, siguen siendo una curiosidad. Y es que los robots pueden trabajar rápidamente y con una calidad constante. Pero, ¿peticiones especiales? ¿Consultas? ¿Una conversación personal? Ni hablar. Los modelos actuales también están limitados en su uso por restricciones espaciales, como las escaleras. Sin embargo, la pandemia de coronavirus y la consiguiente escasez de mano de obra cualificada han aumentado la demanda, ya sea como apoyo al servicio o como robots de desinfección en hoteles.