Desde las emisiones de refrigerantes hasta los elevados requisitos energéticos y las largas cadenas de suministro, las actividades de la industria alimentaria están asociadas a elevadas emisiones de CO2. METRO, uno de los pioneros del sector, lucha contra esta situación. Se ha establecido un objetivo claro como parte del SBTi, y METRO también pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la cadena de suministro en un 15% para 2030 en comparación con 2018, y se están aplicando medidas concretas: Uso de refrigerantes respetuosos con el clima, abastecimiento de electricidad procedente de fuentes renovables y transición a una movilidad más eléctrica, por nombrar algunas.
Todo el mundo puede reivindicar rápidamente el gran objetivo de ser más respetuosos con el clima. Pero, ¿cómo se supervisa la aplicación de tales objetivos? En 2019, METRO hizo validar voluntariamente sus objetivos por la iniciativa Science Based Target (SBTi) y se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 60 % y un 15 %, respectivamente, para 2030. La SBTi es una iniciativa que apoya a las empresas en la transición hacia una economía de bajas emisiones y verifica la base científica de los objetivos fijados. Entre los socios de la iniciativa se encuentran el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC), el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la coalición We Mean Business.
METRO con el objetivo climático confirmado de "muy por debajo de 2 °C".
¿Qué está haciendo METRO para reducir su huella de carbono? Este gráfico ofrece la respuesta: