En Italia, el recibo de cada caffè se coloca en el mostrador. La caja registradora del bar lleva un registro. Los clientes deben llevar siempre consigo el recibo, ya que pueden efectuarse controles en las inmediaciones del bar. En Francia, Croacia, Albania, Austria y la mayoría de los demás países europeos, las autoridades fiscales también garantizan que no se eluda la caja registradora y que se evite la evasión fiscal con cajas registradoras digitales, soluciones basadas en hardware o software e informes rápidos. Hasta finales de 2019, los requisitos legales para los restaurantes en Alemania no eran tan estrictos, lo que algunos aprovecharon.
La nueva Ley de cajas registradoras de 2020 debería poner fin a esto: La emisión de recibos y un dispositivo técnico de seguridad a prueba de manipulaciones (TSE) en las cajas registradoras electrónicas son ahora obligatorios. Además, se prevén auditorías por parte de Hacienda y sanciones de hasta 25.000 euros para los hosteleros que no cumplan la nueva normativa. Hasta el 30 de septiembre de 2020 se aplica un periodo transitorio a escala nacional para la conversión de las cajas registradoras, durante el cual no se impondrán auditorías ni sanciones. Debido al coronavirus, algunos estados federales han ampliado los plazos de esta norma de no objeción. Los que aún no se han convertido totalmente están ganando tiempo de hecho.