Franquicia puede traducirse como licencia o concesión del derecho a utilizar una marca o un concepto. Esta respuesta no es realmente pegadiza... y tampoco se explica por sí misma. En pocas palabras: Hay una empresa existente que "presta" su idea de negocio. La empresa que ya ha elaborado, probado y desarrollado la idea de negocio en detalle se conoce como el franquiciador. Los fundadores de empresas que asumen el concepto totalmente desarrollado del franquiciador se denominan franquiciados.
Franquicia: El conocimiento compartido es doble conocimiento
El riesgo para el franquiciado es manejable: parte de un concepto que ya ha demostrado su eficacia, se beneficia de una notoriedad de marca ya establecida, no tiene que inventar conceptos de marketing, sino que puede utilizar los ya disponibles. Y pueden intercambiar ideas con otros franquiciados. Porque el conocimiento compartido es conocimiento duplicado, y aprender de los errores de los demás no es tan doloroso como cometerlos uno mismo. El franquiciado puede concentrarse plenamente en lo importante: sus propios clientes.
Cuando se piensa en franquicias, inmediatamente vienen a la mente nombres como McDonalds, Starbucks y Subway. Pero también existen conceptos de franquicia en el mercado deportivo o inmobiliario, en el comercio o en la asistencia sanitaria. Convertirse en franquiciado suele significar que existe un fuerte deseo de autoempleo. Pero que los riesgos pueden minimizarse por razones obvias.
Franquicia para minoristas independientes
METRO también ofrece modelos de franquicia dirigidos a minoristas medianos y pequeños en un total de 9 países desde 2010. Los minoristas pueden gestionar un formato profesional bajo una marca reconocida. La marca de franquicia se llama de forma diferente en cada uno de los 9 países: Fasol en Rusia y Odido en Polonia, por ejemplo. También difieren en el aspecto de las tiendas. Naturalmente, esto depende de las preferencias de cada país. No es sólo la marca lo que garantiza la confianza del consumidor final. La selección, variedad y frescura de los productos también convencen tanto a los minoristas como a los consumidores finales. De este modo, METRO apoya a uno de los principales grupos destinatarios de los mayoristas: los minoristas independientes. No tienen que pagar derechos de franquicia. A cambio, se comprometen a comprar una determinada proporción de sus productos al mayorista METRO.