¿Y si el discriminador ocupa un cargo directivo?
Las personas que desempeñan funciones directivas se encuentran en una posición de poder y no todo el mundo reflexiona sobre este poder y sus posibles repercusiones. Si la concienciación no se produce por iniciativa propia, las palancas organizativas como la implicación de personas de confianza, el apoyo del comité de empresa, la escalada a través de niveles jerárquicos o la publicidad, desde la cocina del café hasta la prensa, pueden tener un efecto antidiscriminatorio y conducir a la justicia y la igualdad de oportunidades en la organización. Para los directivos: Poder significa fuerza. Utilízalo y libéralo para que los demás también puedan beneficiarse de él. Usted no pierde nada y los demás ganan mucho.
¿Qué más hay que tener en cuenta?
Todas las personas son únicas y todas tienen los mismos derechos. Algunas personas son sensibles, otras fuertes, otras reservadas. Nadie quiere verse reducido a una característica determinada. Todos queremos ser percibidos como seres polifacéticos, holísticamente sensibles. Cuidemos los unos de los otros y defendamos que todas las personas sean tratadas con dignidad.