Automatización de procesos contra los asesinos de la productividad
Imaginemos las tiendas METRO de la India (27, por cierto). En cada una de ellas hay que entregar mercancías. Por supuesto, los proveedores directos no llegan todos a la vez, ni cuando tienen tiempo, sino que conciertan citas para hacerlo. ¿Y cómo lo hacen? Pues por teléfono. En cada uno de los 27 mercados indios hay una persona que no hace otra cosa en todo el día que llamar por teléfono y asignar las franjas horarias correspondientes. Se trata de un trabajo increíblemente laborioso que implica un montón de hojas de cálculo Excel y acciones repetitivas. Son precisamente estos procesos estructurados y basados en reglas los que van a ser asumidos por los robots. En sentido estricto, no son robots. Se trata de un algoritmo automatizado que identifica y asigna automáticamente las plazas libres. Para los proveedores, todo será tan fácil como pedir una pizza por Internet. Los humanos sólo tendrán que intervenir cuando haya problemas. O cuando los algoritmos alcancen sus límites.
Esta automatización debería ahorrar el 95% del tiempo y, por supuesto, la capacidad de las personas, que pueden ocuparse de otras tareas durante ese tiempo. Además, se pueden evitar errores humanos. La aplicación empezará a funcionar pronto en la India.