Dar a conocer la cocina vegetariana y vegana es el objetivo de Sinan Bozkurt, propietario del restaurante Ronja en Ringlokschuppen. Abrió su primer restaurante en el casco antiguo de Mülheim hace ocho años. "Se suponía que el local sólo iba a servir de cocina para el food truck. Pero la demanda fue tan grande que poco después montamos once mesas", dice Sinan Bozkurt. Tres años después, nos trasladamos al Ringlokschuppen, un antiguo depósito ferroviario. "Hoy tenemos espacio para 120 invitados. El restaurador es vegetariano y nutricionista de formación. "Una dieta sin carne y sin productos animales no sólo es sostenible, sino también más sana", explica.
Comida variada y servicio flexible
El restaurante es especialmente popular entre los grupos grandes: "A menudo recibimos a equipos de fútbol o hockey, fiestas de cumpleaños, bodas, pero también clases de colegio", dice la ayudante de dirección Jael Meyn. Esta joven de 19 años empezó como aprendiz en Ronja y ya lleva tres años en el equipo. "En Ronja todo el mundo es bienvenido: Los veganos no tienen que cambiar a la pasta con salsa de tomate, mientras que los amantes de la carne pueden probar la hamburguesa de seitán, en la que apenas se nota la diferencia con la versión a base de carne", dice con un brillo en los ojos. Los cambios a petición de clientes con intolerancias tampoco suponen ningún problema.