Sus fundadores, Christian Echternacht y Nicholas Leschke, ya han recibido a innumerables visitantes para explicarles el principio con más detalle durante una visita guiada. Mientras tanto, se ha corrido la voz de que en Berlín no hay pescado más fresco que éste. Conocido ahora como la "perca de la capital", el pez rosa es doblemente útil: en primer lugar, porque es un sabroso pescado comestible. En segundo lugar, porque sus heces nutren la albahaca. El agua utilizada se pasa a biofiltros con los excrementos del pez, se trata y se alimenta a las plantas.
Hay buenas razones por las que los científicos llevan tiempo investigando el principio de la acuaponía. En primer lugar, la búsqueda de nuevos métodos de cultivo, ya que la tierra cultivable escasea en todo el mundo y, por tanto, es cada vez más cara. En las regiones áridas, este tipo de cultivo es también una opción de abastecimiento completamente nueva. Luego, por supuesto, se trata de producir alimentos sanos de forma más respetuosa con el medio ambiente. La granja de Berlín elimina las largas rutas de transporte y las costosas cadenas de frío.