A pesar de todas tus apariencias, sigues estando presente en el restaurante.
Por supuesto, aunque me ausente durante largos periodos de tiempo: siempre intento volver a la cocina de casa lo antes posible. Muchas citas tienen lugar durante el día para que yo pueda estar en el restaurante por la noche. Por otra parte, para mí es importante que los restaurantes sean autosuficientes y que mis chefs y gerentes puedan dirigir los negocios de forma independiente. La independencia de los equipos es muy importante para mí, sobre todo porque el negocio de la restauración suele estar muy ligado al empresario. Sin buenos ayudantes, no sería posible desplegar el concepto "Müllers" en otros lugares.
Cuando está in situ, ¿qué es lo que más le gusta hacer?
Lo que haga falta. Soy conserje, cocinero, organizador de eventos... un poco de todo. (Sonríe)
Así que soy polifacética.
En cualquier caso, tener varios pilares no puede ser una desventaja.
Permítame volver a su otro pilar. ¿Cómo es su espectáculo de cocina y música?
Usted viene a mi concierto, por así decirlo, donde también cocino. Por cierto, eso es lo que yo entiendo por cocina casera. En otras palabras, lo que yo llamo "comida del alma". Porque creo que la comida no sólo llena. Junto con las historias que la rodean, crea emociones.
Hablando de emociones: ya hemos hablado de comida, ¿cuál es su música para el alma?
Escucho música de todo tipo. Mucho R&B, hip hop, soul, old school, new school, pero también mucho rollo alemán. Lo que siempre me anima son las canciones de Flo Mega. Son divertidas, conmovedoras, con letras geniales. También tengo muchos amigos en la escena. Hice la canción "Soul Food" con Eko Fresh. También artistas soul de habla alemana como ManuMatei, Mic Donet, Laith Al-Deen, Stefan Gwildis...
Por último, un consejo sobre canciones: ¿su canción personal de siempre?
(reflexiona) Es difícil. Pero si tengo que elegir una: Max Herre y Joy Denalane con "1ste Liebe".
Sin duda, una canción para el alma. Nelson Müller, ¡gracias por hablar con nosotros!