Todo se reduce a la calidad de los ingredientes
"La cocina libanesa está llena de sabor y es sana al mismo tiempo", afirma Haddad. Hummus, alubias, verduras de hoja verde, pimientos y yogur caracterizan los platos, mientras que ingredientes como el zumaque y el zaatar añaden especias. Uno de los platos favoritos del propietario: el tabulé, la característica ensalada libanesa. "Me encanta su sabor". Pero el cordero, el filete de ternera y el hack también caracterizan el menú, dice Haddad. Se abastece de la carne de MAKRO, así como de otros productos. Como cliente a domicilio, Haddad puede hacer sus pedidos por teléfono, por Internet, por correo electrónico o a través de su gestor de clientes, que visita el restaurante cada pocos días. El pequeño camión de MAKRO llega varias veces por semana y suministra al restaurante productos frescos y de larga duración, desde verduras hasta productos de limpieza.
"La calidad de la comida depende siempre de la calidad de los ingredientes", afirma Haddad. La cocina libanesa se caracteriza no sólo por los sabores, sino también por la forma de servir la comida: tradicionalmente, muchos platos se sirven como platos combinados para compartir. Probablemente sea esta mezcla de sabor, convivencia e historia lo que hace que los comensales sigan acudiendo a Mune. Este día, a la hora de comer, todos los asientos están ocupados; en el mostrador, 2 empleados empaquetan también los platos para entregar y llevar. Ponen pequeñas tarjetas en las bolsas. La inscripción: "Desde Beirut con Amor".