Sigue siendo indispensable: el factor humano
El 96,3% fue el nivel medio de servicio de este depósito en 2020, lo que está muy bien. "El 100% ni siquiera es posible si solo se tienen en cuenta los cuellos de botella en las entregas de los proveedores; no obstante, hay que comprobar cada una de las piezas que no se han podido entregar", afirma Maciej Kącki, Director del Depósito. Otros KPI que controla a diario son la puntualidad y la integridad de las entregas. El software digital METRO también ayuda en este sentido. Pero a pesar de toda la sofisticación técnica: No funciona sin personas. Los recolectores están formados para no empaquetar fruta junto a detergente, por ejemplo. O para reconocer un tomate podrido, algo que los dispositivos portátiles aún no pueden hacer.
Hablando de dispositivos portátiles. El turno de Tetiana termina poco antes de las seis. Todas sus cajas están empaquetadas; guarda el omnisciente dispositivo móvil en el armario junto a la mesa del supervisor de turno. El aroma de la albahaca, la menta y el tomillo inunda el aire. Extraño a primera vista: aquí se almacenan las hierbas frescas para los clientes del reparto. Resulta que regarlas funciona mejor en un lugar donde todo el mundo pueda verlas y pase por delante constantemente que en alguna estantería de escape. Ahí está de nuevo el factor humano. Mantener viva una albahaca. Para Tetiana, sin embargo, ya es hora de dar por terminado el día. Hasta la próxima noche en el depósito.