Menos residuos, más sabor: la guía del frigorífico MPULSE

La temperatura no es la misma en todas las partes del frigorífico: según el modelo y el tamaño, puede fluctuar hasta 10 grados. Para que los alimentos se mantengan frescos y duraderos, hay que conservarlos en el lugar adecuado. Nuestra guía del frigorífico le muestra cómo hacerlo.

Esta traducción ha sido creada a partir del texto original utilizando IA (DeepL).
Guía del frigorífico

8-10 grados Celsius

Alimentos que se conservan bien y no necesitan mucha refrigeración

z. Por ejemplo, conservas abiertas (mermelada, pepinillos, aceitunas, etc.), quesos duros y embutidos ahumados (se desarrollan y conservan mejor su sabor si no se almacenan tan fríos).), quesos duros y embutidos ahumados (se desarrollan y conservan mejor su sabor si no se guardan tan fríos), frutas tropicales en rodajas, como piña, mango o naranjas (sólo durante poco tiempo; las frutas tropicales enteras no deben guardarse en el frigorífico), sobras para después (alimentos ya preparados y cubiertos)

Guía del frigorífico

5-7 grados Celsius

Productos lácteos y fuentes alternativas de proteínas

z. Por ejemplo, queso, yogur, sustitutos vegetales de la carne.

Guía del frigorífico

2-4 grados Celsius

Alimentos perecederos

por ejemplo, carne fresca, pescado y marisco frescos, embutidos

Guía del frigorífico

Compartimento de verduras: 10-12 grados Celsius y humedad alta

Fruta y verdura fresca

(por separado, ya que la fruta madura hace que las verduras se estropeen más rápidamente) por ejemplo, zanahorias, brócoli y coliflor, ensalada y hierbas frescas, bayas

Es bueno saberlo: Las manzanas también están en el cajón de las verduras. Aquí siguen siendo crujientes fuentes de vitaminas durante mucho más tiempo. Las verduras ricas en agua, como los pepinos o las berenjenas, se mantienen frescas fuera del frigorífico.

Guía del frigorífico

Puerta: 10-15 grados Celsius

Alimentos que requieren poca refrigeración y ligeras fluctuaciones de temperatura

z. Por ejemplo, bebidas, huevos, mantequilla y salsas.

Un almacenamiento correcto mantiene los alimentos frescos, por lo que pueden utilizarse durante más tiempo y se producen menos residuos. Esto, a su vez, supone un ahorro de dinero tanto para los consumidores como para los hosteleros.

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Guía del frigorífico Doof

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