Sr. Doz. Dr. Klug, la situación actual es muy estresante para mucha gente. Una de las razones es que no hay un final real a la vista. Las nuevas medidas suelen decidirse por poco tiempo. ¿Cómo podemos hacer frente a esta incertidumbre?
En primer lugar, hay que dejarlo claro: No todo es incierto. Divida la gran montaña en pequeños montones. La gente tiende a decir: Ahora todo está flotando. Pero incluso en la situación general actual, todavía hay áreas que son seguras. Pueden ser las relaciones de pareja, el contacto con los hijos o el lugar de trabajo. Prestar especial atención a estas áreas puede ser una fuente de apoyo. Luego hay áreas que son inciertas, pero que puedo manejar bien por mí mismo. Y para las demás, ayuda hablarlo. Puedes buscar personas con las que hablar de ciertos temas. No soy solo yo como individuo quien tiene el problema. Por lo tanto, esas conversaciones no sólo pueden quitarme presión a mí, sino también a la otra persona, y podemos crear juntos una sensación de seguridad, simplemente animándonos mutuamente, aunque no seamos capaces de cambiar la situación. Crear seguridad a través del pensamiento compartido.
La pandemia está teniendo un grave impacto en nuestras vidas. ¿Cómo podemos hacer frente a este tipo de heteronomía, por ejemplo como persona afectada por un cierre forzoso?
Sí, esta heteronomía también es muy molesta. Y en este momento hay muchas limitaciones. Pongamos el caso contrario, es decir, que haya que trabajar a pesar de estar enfermo o no tener vacaciones: los cuidadores, por ejemplo. O padres solteros que tienen que trabajar desde casa y educar en casa al mismo tiempo. La presión es inmensa. Es importante que la gente celebre su autodeterminación, por pequeña que sea. Aunque mi tienda esté cerrada o tenga que trabajar como una loca, todavía hay cosas que puedo decidir. Ese debería ser el centro de atención: Sigo controlando gran parte de mi vida.
¿Qué se puede hacer con la ira que mencionas?
La cuestión es: ¿dónde invierto mi energía? Esto es esencial sobre todo para los empresarios, que naturalmente también tienen miedos existenciales. Pueden invertir su energía en enfadarse por el constante cierre y reapertura. Sin embargo, probablemente tenga más sentido no utilizar la energía y la agresividad que surgen allí en una pelea, sino -si es posible- canalizarla hacia la creatividad. Así que piénsalo: ¿Qué es todavía posible? Creo que esta autodeterminación y el hecho de encontrar algo con lo que afrontar al menos parte del problema ayudarán a las personas creativas a superar mejor este momento.