José atiende a un total de 300 clientes en 3 distritos vecinos de Lisboa. No sólo conoce sus nombres y lo que prefieren servir a sus clientes, sino también sus necesidades y temores, sus deseos y sueños. Antes de incorporarse a MAKRO Portugal, José fue restaurador y dirigió dos restaurantes. Sabe lo que significa tener que generar la mitad de tu facturación anual en los meses de verano. Sabe que sus clientes apenas duermen, si es que duermen, durante esta época.
El fundador de restaurantes portugueses necesita contactos
Lisboa está en pleno auge como destino turístico. Cada año llegan a la ciudad unos 6 millones de visitantes, y la tendencia va en aumento. Muchos de los restauradores del Barrio Alto se han especializado en atender a los turistas. Para cubrir sus gastos -y ganar algo de dinero- tienen que cobrar precios que sólo pueden pagar los turistas. El ingreso medio bruto anual en Portugal es de poco más de 23.000 euros, frente a los 45.000 euros de Alemania. "El alquiler de un restaurante de 100 plazas puede llegar a 15.000 euros al mes aquí en Lisboa. El restaurador necesita 20 empleados para garantizar que los procesos de trabajo son seguros y que puede ofrecer un buen servicio a sus clientes. Los salarios, el alquiler, los seguros, las auditorías mensuales de seguridad e higiene y, por supuesto, los impuestos... todo eso hay que descontarlo de la facturación", calcula José. Antes incluso de abrir un restaurante, el gastro portugués necesita una cosa por encima de todo: relaciones. "Las relaciones siempre han sido importantes en Portugal", afirma este hombre de 50 años.