El trabajo en los criaderos de ostras viene determinado por las mareas. Dos veces al día, con la marea baja, el mar libera las grandes colonias de mejillones para que se pueda llegar a ellas. "Trabajamos con la naturaleza, pero nunca intentamos hacerla nuestra. En otras palabras, nos adaptamos al ritmo del tiempo y del mar", explica Adrien Geay, que desde entonces se ha hecho cargo de la empresa familiar. Trabajar de forma sostenible y en armonía con la naturaleza: esta idea está presente en toda la empresa.
Incluso las propias ostras son auténticas ecohéroes, ya que limpian el agua cuando comen y no necesitan ser alimentadas adicionalmente. Todos los residuos producidos tras la recolección se reutilizan: Se crean nuevas ostras a partir de las bolsas de ostras dañadas, las redes en las que crecen las ostras. Las cajas de transporte se fabrican exclusivamente con madera de cultivo sostenible con certificación PEFC, lo que garantiza que se planta un árbol nuevo por cada uno que se tala. Pero lo más destacado son las conchas de mejillón, porque son auténticas todoterreno en lo que a reciclaje se refiere. Geay trabaja con la empresa Ovive de La Rochelle, que vende las conchas de ostra microtrituradas a fabricantes que las utilizan en su producción. Su robusta capa exterior sirve para fabricar pinturas, gafas e incluso zapatos y cables para impresoras 3D.
Ostras Geay en todo el mundo
La promesa de sostenibilidad y el cultivo concienzudo hacen de las ostras Geay productos codiciados en el mercado mundial. Las 8 especies diferentes, con su sabor característico, son muy populares entre los restauradores. Desde 2010, la empresa exporta mucho más allá de las fronteras francesas, a más de 50 países como China, Italia, España, Hungría y la República Checa, y también suministra sus productos a METRO. La empresa goza así de una gran demanda debido a la forma social y ecológica en que se cultivan los mejillones. Adrien Geay dirige la empresa de forma sostenible hacia el futuro. Tiene previsto instalar paneles solares para generar electricidad y herramientas eléctricas para gestionar las plantaciones de ostras. "Es nuestro deber proteger el océano, porque sólo así podremos garantizar la continuidad y la excelente calidad de nuestras ostras durante años y generaciones".