Mesas brillantes con aspecto de madera oscura, parquet de color antracita, la luz indirecta resalta la estructura de los paneles de pizarra decorados con musgo de las paredes. Un estanque poco profundo adorna el centro del comedor. En él hay estanterías con botellas de licores. En macetas de cerámica crecen exuberantes helechos verdes. La sala ofrece un escenario para la comida a la altura del arte: "Ostra a la plancha en su concha, recubierta de crema de sake kasu, aderezada con arroz salvaje inflado, aromatizada con vinagre de arroz, servida con una crema de coliflor, floretes de coliflor, chamuscados, aderezados con puerro nira - y pepino estofado agridulce con un poco de espuma de manzana." La descripción del Chef Philipp Lange suena a poema.
Un trabajo que satisface
Agata Reul ha reunido a su alrededor un equipo que comparte su pasión por la comida especial y ha creado un lugar donde la gente puede disfrutarla con todos los sentidos: Agata's, en Düsseldorf. "Nos encanta lo que hacemos", afirma. Fue esta pasión la que hizo que Agata decidiera hacer un aprendizaje como chef a los 27 años en lugar de seguir su carrera como abogada. Sus padres le habían dicho: "Nunca hagas catering, es muy duro", pero la posada de sus padres en Polonia, su salchicha favorita en la carnicería de su abuelo y la compañía de buena comida en la mesa la habían formado.