Si se quiere abrir un restaurante hoy en día, a menudo se necesita más paciencia que comensales. Pero esto está cambiando, al menos en algunas partes de Alemania. Baden-Württemberg se está tomando en serio la reducción de la burocracia: en lugar de esperar a obtener una licencia, en el futuro bastará con una simple notificación a las autoridades. Suena poco espectacular, pero supone un verdadero cambio para los fundadores de restaurantes en el suroeste.
La reforma sigue el modelo de otros Estados federados: En Hesse, Brandemburgo y Sajonia-Anhalt, la notificación obligatoria es práctica habitual desde hace tiempo. Ocho Estados federados ya la han introducido, y otros, como Renania-Palatinado, están siguiendo su ejemplo. En Renania del Norte-Westfalia aún se está debatiendo, mientras que Baviera, Berlín y Hamburgo mantienen de momento el procedimiento clásico de autorización.
¿Cuáles son las ventajas? Menos papeleo, aperturas más rápidas... y quizá también más variedad en los menús. La asociación de hostelería Dehoga aplaude la reforma: facilita el traspaso de negocios y reduce las barreras de entrada de nuevos conceptos de restauración.
¿Y qué queda? El control de antecedentes para servir alcohol, por supuesto. Pero el resto será mucho más ágil.