Si quiere entender por qué la cocina de Eduard Xatruch se califica de brillante, tiene que verla. En Barcelona, o en una feria como la Rolling Pin Convention, donde el gran chef español prepara una cocina sofisticada ante el público. Sus creaciones no son sólo nuevos sabores. Son inventos, texturas inéditas posibles gracias a la química. Cinco empleados trabajan en Disfrutar, su restaurante de tres estrellas, en la búsqueda de nuevas creaciones culinarias. ¿Sigue siendo posible? ¿No está todo inventado desde hace tiempo? pregunta MPULSE al chef español.
Eduard, ¿qué significa para usted la creatividad?
Eduard Xatruch: Creatividad significa crear algo nuevo. Y hacer cosas realmente nuevas no es tan fácil. Necesitas el equipo adecuado, el lugar adecuado e invitados abiertos y confiados.
¿Es posible crear cosas nuevas en la cocina? ¿No está ya todo inventado?
Cada vez es más difícil. Sobre todo con los avances de los últimos 20 años. Las nuevas tecnologías nos han proporcionado mucha información, una bendición y una maldición al mismo tiempo. Instagram, por ejemplo, no existía hasta 2010. Sí, existía el teléfono móvil, existía WhatsApp. Pero si querías saber qué pasaba en un restaurante, tenías que ir allí. O para ver las novedades en una feria. Hoy puedes enterarte de lo que pasa en un restaurante de Tokio mientras estás en Barcelona. La información está disponible muy, muy rápidamente y lo compartimos todo. Esto se aplica a todas las cocinas: tradicional, moderna o creativa. Lo que me gusta ver es que hoy en día se pueden conseguir excelentes platos tradicionales en muchos sitios, mucho mejores que en el pasado. Por otro lado, hay mucha alta cocina con un estilo único.
¿Cree que la diversidad de información difunde la creatividad, pero al mismo tiempo dificulta las nuevas invenciones?
Sí, la verdadera innovación requiere nuevos productos o técnicas. Por ejemplo, hace 25 años, la gelatina era aún poco conocida y poco investigada. Este descubrimiento ha abierto todo un nuevo mundo de texturas. Otro ejemplo: el nitrógeno líquido. Heston Blumenthal abrió con él todo un mundo nuevo a principios de la década de 2000.