¿Se puede planificar o crear artificialmente una tendencia? En caso afirmativo, ¿cómo? En caso negativo, ¿por qué no?
Si, como yo, usted no ve las tendencias alimentarias como meras modas y exageraciones, sino como respuestas a problemas, deseos y anhelos, entonces no pueden planificarse. Pero si los productores de alimentos o los restauradores entienden las "inquietudes" de una tendencia y pueden dar respuestas útiles con sus productos o servicios en el momento oportuno, entonces no sólo pueden subirse con éxito a la ola de una tendencia, sino también darle forma e influir en ella. Pensemos en chefs como René Redzepi, Daniel Humm o Paul Ivic, que han encontrado ingeniosas respuestas culinarias a los problemas de nuestra cultura alimentaria, demasiado dependiente de la carne.
Más allá de todas las tendencias, ¿cuáles cree que son las características más importantes de un producto gourmet convincente?
La transparencia del origen y la atención a criterios de producción éticos y sostenibles. Por supuesto, también debe ser sofisticado desde el punto de vista sensorial, pero un producto gourmet hoy en día no sólo debe saber bien, también debe ser fácil de pensar: palabra clave: sostenibilidad y ética animal.
Si ampliamos nuestra visión: ¿Qué tendencia gourmet ha sido y es la más incisiva y trascendental de las últimas décadas, y por qué?
La "comida local", el retorno o redescubrimiento de la diversidad regional. Y aún queda mucho por hacer en los próximos años. Por último, pero no por ello menos importante, también está la evolución que he descrito -de forma un tanto exagerada- como una "revolución copernicana" en nuestra cultura alimentaria, en la que la carne ya no es el producto principal y las verduras son las nuevas estrellas -actualmente más en la gastronomía de alto nivel. Palabra clave: "vegourmets": El hecho de que la cocina sea cada vez más "femenina" y "joven", es decir, menos basada en la carne, se refleja ya en muchos nuevos conceptos gastronómicos urbanos.