Todo comienza con la reunión inicial, a la que asisten el equipo Scrum de Gastronometro y representantes de otras áreas, como el control de calidad, el departamento de Marcas Propias o la categoría de producto correspondiente. El equipo scrum incluye a profesionales de la cocina -los desarrolladores-, así como a un scrum master, que organiza los pasos de trabajo, y a un product owner, responsable del éxito del producto. Los participantes determinan el calendario y debaten cuestiones clave: ¿Qué requisitos debe cumplir el nuevo producto? ¿A qué grupo de clientes queremos llegar? ¿Qué productos son la referencia, es decir, el patrón de comparación para nuestra innovación? El equipo registra todos los resultados en el tablón de scrum, un tablón de tareas que documenta todos los procesos y responsabilidades.
Las pruebas de aplicación son un paso crucial en el flujo de trabajo de Scrum para determinar la calidad y usabilidad de un nuevo producto en la práctica. Por ejemplo, una nata montada se examina en frío y en caliente en la cocina de pruebas. En un análisis sensorial, los especialistas de Gastronometro utilizan sus sentidos entrenados para evaluar el aspecto, la consistencia, el olor y el sabor de la nata: ¿Tiene la textura adecuada al batirla? ¿Es adecuada para decorar pasteles? ¿Tiene un sabor suave y equilibrado? ¿Es ideal para calentarla y utilizarla como ingrediente en una salsa para pasta? ¿Tiene un color atractivo, tanto cuando se enfría como cuando se calienta? Estas cuestiones se analizan en comparación directa con productos de referencia seleccionados.