Uno de los pocos becarios que trabaja con regularidad desde el inicio de la pandemia.
Brockenblick ofrece comidas para llevar durante el encierro, aunque no todos los días. "La forma en que tienes que cocinar para esto es un reto interesante", dice el aprendiz. "Por ejemplo, puedes utilizar giros y trucos de la cocina molecular para optimizar los platos destinados al transporte".
Walter Brecht espera poder volver a cocinar pronto con su aprendiz y aprovecha el tiempo para enseñarle cosas que van mucho más allá de la formación en cocina. "Ahora estoy intentando enseñarle algunas cosas sobre gestión: planificación de compras, cálculo de costes... todas las cosas teóricas que hay que saber como jefe de un restaurante". Nico Marx es una de las pocas personas de su clase de formación profesional que ha ido a trabajar con regularidad desde el comienzo de la pandemia. Walter Brecht afirma que esto agravará aún más la escasez de mano de obra cualificada en las cocinas. Espera que continúe el aprecio mostrado al sector de la restauración durante este tiempo, así como la nueva solidaridad entre los restauradores.
A pesar de las condiciones adversas, Nico Marx no se ha arrepentido ni un solo día de su decisión de formarse como chef. Los conocimientos adquiridos durante el último año le han inspirado para pensar en formarse como director de hotel después de graduarse. Sin embargo, siempre se sentirá "como en casa" en la cocina: "En la cocina se puede hacer de todo, no hay nada bueno ni malo. Y no hay fin en ninguna dirección. Y eso es lo que encuentro tan atractivo de este oficio".
Walter Brecht y su esposa son la cuarta generación al frente del Brockenblick Berghotel & Restaurant.