Ya sean violetas, margaritas o hibiscos, las flores comestibles son una colorida tendencia alimentaria. Muchos de estos tesoros vegetales pueden utilizarse tanto para decorar como para aromatizar. Otra buena noticia: las flores comestibles no son exclusivas de los grandes chefs. Cualquier restaurador puede utilizarlas para aderezar el aspecto y el sabor de sus menús, desde los entrantes hasta los platos principales y los postres. El esplendor floral va de la A de los ásteres a la Z de los calabacines, y los sabores, del picante al dulce. Cinco platos fuertes de la "cocina floral".
Rosas
La reina de las flores es un todoterreno culinario: recién cogidas, secas o confitadas, sus pétalos aportan a postres como tartas, magdalenas o helados un toque dulce y elegante, tanto visual como gustativamente. En la cocina oriental, el agua de rosas siempre se ha utilizado para aromatizar postres, pasteles y tartas. Las flores también pueden utilizarse para preparar bebidas refrescantes de color rosa, como la limonada de rosas o el té de rosas.