Alina es conocida sobre todo por sus pasteles crudiveganos, que ahora también vende a clientes finales de toda Alemania en Get Voilà. Además de los pasteles, la tienda de Fráncfort también vende zumos, sándwiches y ensaladas, casi todos a base de ingredientes 100% crudos (aquí también se cuece la quinoa, por supuesto), pero siempre veganos. Los clientes también encontrarán una selección de productos veganos para comprar directamente en la estantería. Pero, ¿cómo funciona un concepto crudivegano y a quién va dirigido?
¿Qué puede hacer la cocina crudivegana?
La Pastelería Joolina atrae a personas preocupadas por su salud a las que les apetecen platos veganos frescos que suelen constar de sólo tres a cinco ingredientes de alta calidad. Veganos, sin gluten y sin azúcar. "No se puede contentar a todo el mundo con platos crudiveganos", reconoce Alina. Pero ella está personalmente convencida de su concepto y su éxito le da la razón. Además, ya hay suficientes restaurantes que ofrecen platos de origen animal y muy procesados, dice esta mujer de 30 años: "Con los ingredientes crudos, las vitaminas, las enzimas y los minerales se conservan en los alimentos. La fibra que contienen también favorece la salud intestinal y los alimentos no contienen aditivos ni conservantes" La higiene es importante a la hora de manipular productos crudiveganos, ya que los alimentos no se calientan o sólo se calientan parcialmente. "Los pasteles crudos, por ejemplo, no se hornean, sino que simplemente se congelan. Sin calor, se conservan todos los nutrientes de los ingredientes. Por eso mi cocina está más llena de frigoríficos y congeladores que de hornos y fogones", explica Alina Endemann riendo.