¿Qué significa esto para sus restaurantes?
Para el cliente, la experiencia empieza en la entrada: entras en una zona oscura y te recibe un arco de luces. Te preguntas: ¿Qué pasa aquí? Queremos que el cliente participe plenamente, desde el interior hasta el menú. La palabra clave es gamificación: despertar algo en la gente de forma lúdica. En Ox & Klee, todo gira en torno a las seis cualidades del sabor y el efecto aha, en todo tipo de situaciones. En los propios platos, trabajamos con muchos detalles, desde el nitrógeno hasta el hielo seco. Queremos llevar a nuestros clientes a un viaje holístico de descubrimiento.
¿Cómo llegó a poner en escena la gastronomía como experiencia?
De niña salía poco a comer con mis padres. Cuando lo hacía, era algo muy especial, un auténtico destello. Quiero crear ese destello para nuestros clientes.
Cualquiera que prueba mucho también experimenta contratiempos. Por ejemplo, usted ha vuelto a cerrar un restaurante. ¿Cómo lo afronta?
En primer lugar, cerrar un local no es necesariamente un contratiempo para mí. Hay una decisión empresarial muy clara detrás, y tampoco pasa nada si algo se acaba. Básicamente, una cierta capacidad de recuperación ayuda. De nuevo, depende de la mentalidad: No rendirse, aceptar las cosas, trabajar con ellas y seguir adelante.
¿Qué es lo próximo que tiene en la agenda?
Cuanto más hayas hecho, más difícil será crear algo nuevo, por supuesto. Pero siempre se puede hacer algo mejor. Actualmente me estoy centrando mucho en el desarrollo personal. Puede sonar extraño al principio. Pero quiero seguir avanzando. Para ello, es importante seguir cuestionándose a uno mismo. Sólo así puedes ayudar a los demás a avanzar.