Ahora también es el momento de ser creativos y reforzar la fidelidad de los clientes. Los restauradores tienen que hacerse notar y deben ampliar su presencia en las redes sociales y en su sitio web y anunciar, por ejemplo, tutoriales en vídeo o ideas de regalos especiales para los clientes. También pueden ofrecer vales. Los clientes habituales pueden ayudar a sus restaurantes favoritos a superar el periodo de cierre comprando vales. METRO Alemania ofrece a los clientes de HoReCa el portal www.HilfeLokal.de, por ejemplo, donde tanto restaurantes como otros negocios independientes pueden crear y vender vales digitales fácilmente. Las exquisiteces culinarias para regalar también son un complemento creativo para el negocio fuera del hogar. Las conservas son especialmente adecuadas para ello: Tanto las mermeladas clásicas como las sopas saladas, los postres como la compota de manzana o los modernos chutneys pueden prepararse fácilmente en grandes cantidades y conservarse durante mucho tiempo. Llenados en tarros pequeños, son el regalo perfecto -incluso para invitados concienciados con el medio ambiente- y garantizan que los alimentos comprados puedan utilizarse en tiempos inciertos. También se puede utilizar un sistema de depósito para incentivar a los clientes a que vuelvan, devuelvan los tarros o los rellenen directamente. Lo más importante aquí es llamar la atención sobre las opciones de regalo a través de las redes sociales y otros canales para que el mayor número posible de huéspedes se entere de las ofertas.
Aunque cueste ver los aspectos positivos: El periodo de parón también puede verse como una oportunidad. Los restauradores pueden aprovechar el tiempo para llevar a cabo medidas de mantenimiento, remodelación o embellecimiento y pensar en nuevas estrategias para su negocio que lo hagan más resistente a la crisis de cara al futuro.
Una cosa es cierta: con mucha resistencia, creatividad y con los socios adecuados y los clientes habituales fieles a su lado, los restauradores pueden superar este duro momento. Y juntos podemos asegurarnos de que la próxima ola que nos golpee sea una ola de alivio y felicidad cuando podamos volver a ser comensales de nuestro restaurante favorito.