¿Qué aspecto podría tener algo así en la restauración de lujo? La comida no suele estar diseñada para sobrevivir al transporte.
Sé que algunos restaurantes ofrecen menús à la maison, es decir, platos precocinados en bolsas de vacío que puedes calentar en casa y servirte tú mismo. Pero, a la larga, ¿quién está dispuesto a gastarse tanto dinero en esto como en una experiencia gastronómica en un restaurante, con el ambiente adecuado y un plato preparado por profesionales? Quizá una cocina más rudimentaria sea la respuesta. Basta con centrarse en lo esencial. Además de una ayuda muy práctica, nuestro servicio de asesoramiento consiste sobre todo en despertar la creatividad y plantear la pregunta: ¿Cómo puedes hacer que vuelva a tener sentido para ti abrir tu restaurante? Y quizá la respuesta sea comprar una máquina para hacer latas.
Tiene experiencia en eso, ¿verdad?
En realidad, sí. (Risas) Cuando tenía mi restaurante, era conocido por los raviolis en lata. Y también se puede jugar a esto de las conservas con la alta cocina. Hay una etiqueta con la fecha de consumo preferente, porque la comida sólo se puede conservar uno o dos días, pero la lata le da un toque divertido al conjunto.