Todo empezó con un viaje por Asia. El resultado es una barrita de proteínas de alta calidad por la que juran los atletas y los científicos del deporte. Con una particularidad: la proteína de las barritas tenía 6 patas. Descubra por qué la proteína de insecto es buena para el medio ambiente en nuestra entrevista con el Dr. Christopher Zeppenfeld, fundador y Director General.
Christopher, usted se ha abierto camino a través de la cocina de insectos de Asia: ¿A qué se debe todo esto?
Comer insectos no es precisamente habitual en Alemania. Pero los hechos hablan por sí solos: los insectos tienen grandes nutrientes y además son extremadamente sostenibles. En 2013, un informe del Departamento de Agricultura de la ONU nos inspiró para pensar en los productos de insectos en el mercado europeo. No era tan fácil imaginarse comiendo insectos sin pestañear. Queríamos experimentar qué se sentía. Así que viajamos a un lugar donde los insectos forman parte de la dieta desde hace mucho tiempo: El sudeste asiático.
Allí compramos motos, recorrimos Vietnam, Laos y Tailandia durante tres meses y medio y nos abrimos paso a través del colorido paisaje de los insectos. Había de todo, desde pupas para principiantes hasta larvas avanzadas de avispón. Poco después, tuvimos claro que traeríamos insectos comestibles a Alemania, pero en una forma más adecuada a nuestros hábitos alimentarios locales: ¡como tentempié!