¿Puede una planta acuática alimentar a la población mundial?
Bebidas de algas espirulina y galletas de algas: aún cuesta acostumbrarse. Pero las plantas acuáticas tienen un gran futuro, dice el experto en innovación alimentaria Fabio Ziemßen.
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Las algas tienen ahora una especie de superestatus: como salvadoras del clima, productoras de combustible y, sobre todo, como alimento del futuro. ¿Puede una pequeña planta ser la solución a nuestros grandes problemas?
Sin duda, las algas tienen potencial. Las macroalgas se utilizan en la cocina asiática desde hace miles de años, para el sushi, por ejemplo. Sin embargo, es más importante que identifiquemos y evaluemos nuevos recursos alimentarios. Esto se debe a que grandes retos sociales como el cambio climático, el crecimiento demográfico y la seguridad alimentaria nos obligan a replantearnos cómo utilizamos los recursos. Las microalgas, en particular, pueden desempeñar un papel importante en el futuro. Esto se debe a que son ricas en proteínas y grasas saludables. Y son muy fáciles de producir. Especialmente en lo que respecta a la economía circular, tenemos que preguntarnos: ¿cómo podemos utilizar alimentos que puedan reproducirse fácilmente en la fase más temprana posible? Y las algas son un candidato muy prometedor.
Según un estudio reciente, el valor del mercado de las algas rondará los 45.000 millones de dólares en 2023, ...
... lo cual es bastante realista. En la actualidad vemos empresas emergentes en todo el mundo que trabajan en nuevas formas de cultivar algas. Y la demanda está absolutamente ahí. Necesitamos productos que sustituyan a las proteínas animales de las granjas industriales. Ya hay 17.000 millones de pollos en el mundo y unos 280 millones de bovinos. Su cría no sólo consume muchos recursos, sino que además libera mucho metano, lo que acelera el cambio climático. Por eso hay que encontrar fuentes alternativas de proteínas, y las algas son una de ellas.
¿Qué productos a base de algas se comercializan ya?
Ya hay en el mercado una gran variedad de productos que contienen algas, por ejemplo en el sector cosmético. Pero el sector alimentario también tiene mucho que ofrecer. METRO Cash & Carry en Japón, por ejemplo, tiene más de 100 tipos diferentes de macroalgas en su gama. También buscamos constantemente productos y soluciones innovadores que podamos incluir en nuestra gama. Entre otras cosas, colaboramos con StartLife, un programa de incubación de la Universidad de Wageningen para nuevas empresas del sector agroalimentario.
¿Ha probado alguna vez los productos a base de algas?
Claro que sí. Y de todas las formas posibles. En este momento tengo sobre la mesa un producto de la empresa danesa Syngja, que hace un chupito de alga espirulina y grillo, es decir, polvo de saltamontes. Cuesta un poco acostumbrarse cuando se piensa en los ingredientes individuales. Pero estoy convencido de que estos productos son las fuentes de alimentación del futuro.
Su predicción: ¿ganarán la carrera los insectos o serán las algas uno de nuestros alimentos básicos en 2030?
No creo que los consumidores tengan tantos problemas con las algas como con los insectos. Los insectos también tienen un enorme potencial para el sector alimentario. Pero, sobre todo en los países occidentales, la barrera del consumo es sin duda relativamente alta, aunque los insectos se transformen en polvo o harina y sólo se utilicen como ingredientes en los productos. En cambio, las algas ya están mucho más extendidas que los insectos, por lo que la barrera de acceso al mercado es considerablemente menor. Mi predicción es, por tanto, que las algas ganarán la carrera a los insectos.
Sobre la persona
Fabio Ziemßen es experto en tecnología alimentaria e innovación alimentaria en Horeca Digital, una unidad de negocio de METRO AG. Se ocupa de las innovaciones en el sector alimentario que pueden cambiar de forma sostenible el sistema alimentario actual y aportar soluciones importantes a retos globales como el crecimiento demográfico, la urbanización y el cambio climático.
