Arthur Fuchs descubrió su pasión por el café a una edad temprana. Tras estudiar hostelería, este restaurador de formación trabajó varios años para una gran cadena de cafeterías antes de abrir su primera cafetería en 2007. En 2010 se trasladó a Norteamérica, donde pasó unos dos años recorriendo la costa desde Vancouver hasta San Francisco: "Tuve que darme cuenta de que la sociedad cafetera estadounidense estaba mucho más avanzada que la alemana en aquel momento", recuerda. "Hablando con muchos tostadores locales durante su viaje, se dio cuenta de que podían ser algo más que simples proveedores del sector de la restauración.
Mejorar juntos el mundo del café
"Ahora apoyamos a unos 100 socios locales de la restauración en Düsseldorf y sus alrededores", explica Fuchs. Además de abastecer a la hostelería y a clientes particulares, su equipo también asesora a los hosteleros y desarrolla nuevas ideas de recetas junto con los clientes, por ejemplo. También ofrecen formación sobre los fundamentos del espresso y el latte art, así como un servicio móvil de catering de café. "No veo mi trabajo como un trabajo en absoluto", dice riendo el cliente de METRO, "porque con cada taza que hacemos, nos aseguramos de que un café delicioso y cultivado de forma ecológica acabe en las cafeteras espresso de empresas de catering y hogares particulares."