Un latte macchiato en un café callejero, un paseo de compras por pequeñas boutiques y un acogedor restaurante al final. Un viaje urbano -planificado rápidamente con el móvil- promete diversión y variedad. Pero en muchos lugares la realidad es otra. Los centros urbanos llevan años atrayendo cada vez menos visitantes. Las razones son similares: las mismas cadenas comerciales en todas partes, tiendas vacías, falta de limpieza y seguridad, carencia de experiencias y demasiado poco verde urbano. El crecimiento del comercio online, los elevados alquileres, la falta de inversión y de conceptos están haciendo el resto. Y la actual pandemia de coronavirus ha acelerado aún más la crisis: Cada vez menos visitantes pasean por las calles comerciales y se detienen en cafeterías o restaurantes.
Estudio METRO: la voz de los restauradores
La oferta de restaurantes y cafeterías es un factor importante para revitalizar los centros de las ciudades alemanas. Esta es también la conclusión del estudio METRO City Centre Study, que la empresa ha realizado junto con IFH Colonia sobre la situación actual de los centros urbanos alemanes, centrándose en el papel de la gastronomía. "El estudio muestra cómo se sienten realmente nuestros clientes en los centros urbanos y qué necesitan", afirma Sven Liebert, Director de Políticas Públicas para Alemania de METRO AG. 250 restauradores facilitaron información sobre sus experiencias y requisitos para ubicar locales en el centro de las ciudades. "Con este estudio aportamos información sobre el sector y adoptamos una perspectiva holística y realista del tema, en lugar de centrarnos únicamente en el sector minorista", explica Liebert. Los resultados muestran claramente que se necesita una tríada de gastronomía, comercio minorista y cultura para asegurar el futuro de los centros urbanos. Actualmente, el mayor problema es que no hay suficiente actividad, afirma el 52% de los restauradores. Las ubicaciones en el centro de las ciudades les siguen pareciendo atractivas, pero también muy difíciles. Las mejores ubicaciones son difíciles de conseguir y los restaurantes apenas pueden permitirse los elevados alquileres. Esta es una clara llamada a la acción para los políticos.
Combinar la experiencia digital y urbana