¿Hasta qué punto es importante replantearse la formación de los chefs?
El concepto no sólo ha sido bien recibido por la nueva generación, sino que también ha tocado la fibra sensible de los expertos del sector, entre ellos Frank Damann, que ve potencial en los programas de formación alternativos. "Hay que replantearse y cuestionar por completo todo el programa de formación", afirma el Director del Campus de Gastronomía. "Ya no es necesario que los aprendices memoricen guarniciones o sean capaces de preparar una holandesa a mano: tenemos el equipo adecuado para ello", afirma. "Los jóvenes buscan perspectivas, no programas anticuados. Una formación moderna puede hacer que la profesión vuelva a ser atractiva", añade Dirk Wittau, Jefe de Restauración de METRO Campus Services. "La formación debe enseñar algo más que conocimientos técnicos: las habilidades sociales, el trabajo en equipo y la capacidad de liderazgo deben ser parte integrante de la misma. La digitalización y la sostenibilidad también deben integrarse en el plan de estudios."
Aunque las crecientes expectativas de flexibilidad y horarios de trabajo disuaden a muchos jóvenes de formarse en el sector de la restauración, una formación modernizada ofrece la oportunidad de hacer la profesión más interesante para la próxima generación. Wittau: "Cuando los aprendices oyen en su entrevista de trabajo que tienen que trabajar fines de semana y noches, algunos ya lo han dejado. Necesitamos una formación a medida que tenga en cuenta lo que quiere la próxima generación. Entonces la profesión podrá volver a ofrecer más perspectivas".
Aunque las nuevas vías de formación, como las academias de cocina, ofrecen una alternativa a los aprendizajes tradicionales, sigue planteándose la cuestión de cómo pueden ser reconocidas y promovidas a largo plazo. Muchos de estos modelos -incluida la Brandherd-Esskultur-Akademie- no están reconocidos por el Estado, lo que significa que los graduados no reciben un título oficial. Sin un certificado de la IHK, puede resultarles más difícil ser contratados en cocinas u hoteles tradicionales, ya que muchos empleadores insisten en la necesidad de una titulación oficial. Algunos cursos de formación continua y reciclaje exigen también una cualificación profesional reconocida. A pesar de todo: "Las academias podrían elevar considerablemente el nivel de formación en el sector de la restauración", afirma Damann.
Sin embargo, que estos conceptos se establezcan en el sector a largo plazo y de qué manera depende también de si se reconocen como una alternativa equivalente a la formación tradicional.