Digitalización y alimentación: no se trata solo de hacer pedidos en línea a un servicio de reparto o de publicar la comida en las redes sociales. Se trata del seguimiento en directo de las entregas a través de una aplicación, de frigoríficos inteligentes o de cadenas de suministro digitales sincronizadas de forma muy eficiente y con el menor número posible de interrupciones: Todo esto es normal desde hace tiempo, y no es más que el principio. La digitalización está dando forma a nuestra cultura alimentaria y generando gran cantidad de datos sobre compras, consumo y comportamiento. Un volumen que los humanos por sí solos ya no pueden seguir. Ahora existen algoritmos de autoaprendizaje para los "grandes datos alimentarios". Reconocen patrones y pronto sabrán cuándo y dónde comemos algo, a través de hornos, frigoríficos o batidoras multifunción con enormes capacidades de almacenamiento de datos.
Cada vez más fabricantes de la industria alimentaria se centran también en la digitalización. Tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), los análisis avanzados de datos, la computación en la nube y los sensores inteligentes tienen el potencial de cambiar permanentemente los procesos de producción. Los beneficios son evidentes: mejora de la calidad del producto, menor consumo de energía y procesos optimizados.
La digitalización como oportunidad para una mejor planificación
La digitalización en nuestra alimentación ya se puede encontrar a lo largo de toda la cadena de suministro. Los datos se recopilan en todas las etapas por las que pasan un producto y sus materias primas. Esto crea un sistema de previsión que puede planificarse retrospectivamente desde el plato hasta el campo. Estas opciones de previsión también ofrecen una gran oportunidad para reducir el desperdicio de alimentos. Minoristas, proveedores y empresas de catering pueden utilizar los datos como base para hacer mejores cálculos -por ejemplo, cuánta leche se comprará la semana siguiente o cuántos filetes se pedirán- y producir u ofrecer sólo las cantidades correspondientes. Para mantener los niveles de existencias tan altos (o bajos) como la demanda de los clientes, METRO cuenta también con una estrategia de la cadena de suministro orientada a la demanda: la planificación integrada.
"Hoy, un supermercado puede calcular con un 70% de probabilidad de cuánta leche se va a deshacer el próximo miércoles. Y en el futuro, un camión de comida podrá utilizar un software de escalado para calcular con relativa precisión cuántos bollos dulces puede vender una lluviosa mañana de viernes de abril en la XY-Straße de Berlín Kreuzberg. Los bollos se hacen con harina integral porque el software sabe que la preferencia por la harina integral en esta calle es del 80%", dice el activista, publicista y consultor alimentario Hendrik Haase en una entrevista con SZ.de. El Dr. Volker Glaeser, experto de METRO, comparte esta valoración: "En un mundo cada vez más digitalizado, ayudamos a nuestros clientes, los restauradores independientes, a entender los temas de la digitalización y los datos, a poner en práctica lo que es esencial para ellos en términos de optimización de datos y a mejorar así su negocio. ¿De dónde proceden los clientes que visitan mi sitio web, cómo puedo diferenciarme aún mejor de mis competidores, es correcto el cálculo de mi menú y cómo reservo las mesas de forma óptima para lograr la mejor utilización posible de la capacidad? Todas estas son preguntas a las que podemos dar respuesta con nuestras herramientas digitales y ofrecer a nuestros clientes asistencia digital".